La raza equina Appaloosa o Apalusa, se conoce como el caballo pintado. Esta especie recia y vigorosa posee manchas tan llamativas y peculiares, que la capa sobre su pelaje parece un lienzo salpicado con gotas de pintura.
Se cree que esta hermosa raza de caballo existe en la tierra desde hace más de 20.000 años. Se llegó a esta conclusión después de que antiguas pinturas rupestres fueran encontradas en la Gruta de Pech Merle, Francia. Las pinturas rupestres de los caballos appaloosa son de hace 20.000 años. En estos dibujos primitivos se puede observar figuras de caballos con motas sobre su cuerpo.
Proveniente del continente europeo, la aparición del Appaloosa en América se da a través de los colonizadores españoles, que llegaron montando los asombrosos animales. Entre las razas que exportaron, también llevaron a América caballos con con pelaje manchado.
Los caballos que arribaron en estos viajes fueron utilizados en batallas para lograr la conquista de nuevos territorio. En dichas batallas los equinos sobrevivientes de estos episodios, eran robados por los adversarios o huían hacia otras tierras.
Es así, como los Appaloosa llegaron a las tribus indígenas. Específicamente a los campamentos de los indios Nez Perce. Estos estaban fascinados no sólo con la piel manchada de los animales, sino también con el ímpetu y las destrezas que tenían para realizar largos recorridos.
Los nativos vieron en dichos caballos mucho potencial, para mejorar el que hacer de sus actividades diarias de caza. También destacaba por su velocidad y resistencia para ser usado en la guerra.
La estampa imponente, la fuerza, agilidad y versatilidad, los cubría de un misticismo particular que resultaba fascinante para los indios, es por eso que se dieron a la tarea de criarlos y prepararlos para incluirlos como parte de su arsenal en el campo de guerra.
La tribu se encargó durante 200 años de cruzar estas especies entre sí, hasta finalizar con el caballo Appaloosa que conocemos hoy en día. Así que fueron los indios, quienes seleccionando los mejores ejemplares durante años, fijaron las características de la raza apalusa.
Los indios también fueron los encargados de nombrarlos, ya que la especie hacía vida en el área por donde cruzaba el río Palouse. Así que cuando ellos se referían a un caballo con pelaje moteado, decían que era un caballo del río Palouse, y desde entonces quedó asentado el nombre de esta raza.
A raíz de la pérdida de muchas especies autóctonas y su migración forzada a otros lugares, durante los procesos de conquista de Estados Unidos. En el año 1938 en Idaho, Estados Unidos, se crea la Appaloosa Horse Club. Una sociedad que se encargaría de preservar y renovar la raza, porque en ese momento estaba en peligro de extinción.
Dicha asociación creó un programa exigente de protección y escogencia de los ejemplares más idóneos, y así lograr la reproducción de una excelente clase de caballo. Seleccionaron cautelosamente los componentes genéticos que determinan en la actualidad a los Appaloosa.
Para desarrollar una nueva generación se cruzaban los Appaloosa con otras razas como Cuarto de Milla, con caballos Pura Sangre Inglés y caballos Pura Sangre Árabes.
En general tienen un tamaño medio, con cuello no muy grueso pero firme, orejas pequeñas y ojos grandes, las extremidades son un tanto delgadas, pero con una grupa bien torneada y fornida. Su cola y crines por lo general tienen poco pelo.
La alzada de los caballos Appaloosa es de al menos unos 145 a 160 cm.
Los expertos en el tema afirman que los machos Appaloosa tienen las manchas o pecas con colores más vivos que las hembras.
Los detalles físicos de sus manchas distinguen a los caballos Appaloosa de otros. Tienen variedad de colorido en las capas de su pelaje. Se pueden encontrar seis tipos de ellos:
Se cree que esta hermosa raza de caballo existe en la tierra desde hace más de 20.000 años. Se llegó a esta conclusión después de que antiguas pinturas rupestres fueran encontradas en la Gruta de Pech Merle, Francia. Las pinturas rupestres de los caballos appaloosa son de hace 20.000 años. En estos dibujos primitivos se puede observar figuras de caballos con motas sobre su cuerpo.
Proveniente del continente europeo, la aparición del Appaloosa en América se da a través de los colonizadores españoles, que llegaron montando los asombrosos animales. Entre las razas que exportaron, también llevaron a América caballos con con pelaje manchado.
Los caballos que arribaron en estos viajes fueron utilizados en batallas para lograr la conquista de nuevos territorio. En dichas batallas los equinos sobrevivientes de estos episodios, eran robados por los adversarios o huían hacia otras tierras.
Es así, como los Appaloosa llegaron a las tribus indígenas. Específicamente a los campamentos de los indios Nez Perce. Estos estaban fascinados no sólo con la piel manchada de los animales, sino también con el ímpetu y las destrezas que tenían para realizar largos recorridos.
Los nativos vieron en dichos caballos mucho potencial, para mejorar el que hacer de sus actividades diarias de caza. También destacaba por su velocidad y resistencia para ser usado en la guerra.
La estampa imponente, la fuerza, agilidad y versatilidad, los cubría de un misticismo particular que resultaba fascinante para los indios, es por eso que se dieron a la tarea de criarlos y prepararlos para incluirlos como parte de su arsenal en el campo de guerra.
La tribu se encargó durante 200 años de cruzar estas especies entre sí, hasta finalizar con el caballo Appaloosa que conocemos hoy en día. Así que fueron los indios, quienes seleccionando los mejores ejemplares durante años, fijaron las características de la raza apalusa.
Los indios también fueron los encargados de nombrarlos, ya que la especie hacía vida en el área por donde cruzaba el río Palouse. Así que cuando ellos se referían a un caballo con pelaje moteado, decían que era un caballo del río Palouse, y desde entonces quedó asentado el nombre de esta raza.
A raíz de la pérdida de muchas especies autóctonas y su migración forzada a otros lugares, durante los procesos de conquista de Estados Unidos. En el año 1938 en Idaho, Estados Unidos, se crea la Appaloosa Horse Club. Una sociedad que se encargaría de preservar y renovar la raza, porque en ese momento estaba en peligro de extinción.
Dicha asociación creó un programa exigente de protección y escogencia de los ejemplares más idóneos, y así lograr la reproducción de una excelente clase de caballo. Seleccionaron cautelosamente los componentes genéticos que determinan en la actualidad a los Appaloosa.
Para desarrollar una nueva generación se cruzaban los Appaloosa con otras razas como Cuarto de Milla, con caballos Pura Sangre Inglés y caballos Pura Sangre Árabes.
En general tienen un tamaño medio, con cuello no muy grueso pero firme, orejas pequeñas y ojos grandes, las extremidades son un tanto delgadas, pero con una grupa bien torneada y fornida. Su cola y crines por lo general tienen poco pelo.
La alzada de los caballos Appaloosa es de al menos unos 145 a 160 cm.
Los expertos en el tema afirman que los machos Appaloosa tienen las manchas o pecas con colores más vivos que las hembras.
Los detalles físicos de sus manchas distinguen a los caballos Appaloosa de otros. Tienen variedad de colorido en las capas de su pelaje. Se pueden encontrar seis tipos de ellos:
Appaloosa tipo leopardo:
En este tipo de caballo se aprecia el fondo claro con manchas ovaladas, similares a las de un leopardo.
Appaloosa Copo de nieve:
A este caballo lo cubre un fondo oscuro y sobre él manchas o pecas claras.
Appaloosa Gota:
Presenta manchas oscuras en un fondo claro, distribuidas en el cuerpo del animal.
Appaloosa Lomo manchado:
Appaloosa Lomo manchado:
Este tiene manchas oscuras sobre un fondo claro en el área de la grupa y los riñones.
Appaloosa Lomo claro:
Este es de fondo oscuro y presenta manchas oscuras sobre la grupa y los riñones.
Appaloosa Jaspeado:
La parte posterior del caballo es clara con manchas oscuras, y la zona anterior tiene manchas claras sobre un fondo oscuro.
Los Caballos Appaloosa son coloridos, inteligentes y nobles, características que les ha valido el tercer lugar a nivel mundial en popularidad.
Actualmente no sólo realizan tareas propias como caballos de rancho. Además participan en competencias donde es admirada su elegancia cuando son paseados por sus dueños. También son usados en shows donde los espectadores pueden ver tan bello animal.
Es considerada una de las razas más veloces, este puede ser otro de los motivos por los que muchos desean tenerlos. El Club Appaloosa Horse, contabiliza actualmente un registro de más de 600.000 caballos de esta raza.
Estos caballos milenarios eran muy apreciados por los persas. Les llamaban los caballos sagrados de Nicea, ciudad ubicada en Asia Menor.
También los chinos sentían fascinación y admiración por ellos, así lo demostraron por medio del arte del siglo VII. Así mismo, durante la guerra hicieron a un lado al caballo Centro-asiático y adoptaron al Appaloosa para ir a las batallas.
Una raza muy popular es el cruce con el caballo árabe para obtener la raza de caballo Ara-Appaloosa.
Estos animales valen su peso en oro. Algunas páginas de compra venta reflejan que su precio puede oscilar entre los 2.000 € hasta los 10.000€.
También los chinos sentían fascinación y admiración por ellos, así lo demostraron por medio del arte del siglo VII. Así mismo, durante la guerra hicieron a un lado al caballo Centro-asiático y adoptaron al Appaloosa para ir a las batallas.
Una raza muy popular es el cruce con el caballo árabe para obtener la raza de caballo Ara-Appaloosa.
Estos animales valen su peso en oro. Algunas páginas de compra venta reflejan que su precio puede oscilar entre los 2.000 € hasta los 10.000€.
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