Los mustangs son caballos procedentes de América del norte. En realidad se trata de caballos cimarrones, puesto que se habían extinguido en norteamérica a finales del pleistoceno. Fueron reintroducidos por los conquistadores españoles a partir del siglo XVI.
Las inmensas llanuras estadounidenses y la ausencia de depredadores naturales contribuyeron a su rapidísima expansión. De hecho, una manada de mustangs puede doblar su tamaño cada cinco años.
Han sido muy apreciados por los aborígenes y los pirineos por estar dotados de una gran resistencia y fortaleza, producto de un enorme desarrollo muscular.
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